La Nota Deportiva

Con gol de Lio Messi, Argentina derrotó 1 – 0 a Brasil
La “Fantasía” fue Albiceleste en el último minuto
 Solo le basto una jugada a la “Pulga” Messi, el cual inflo las redes con un golazo en los descuentos. Los argentinos ganaron su clásico sudamericano número 34.

El equipo de Brasil tuvo un primer tiempo sobresaliente, donde una jugada a los 18 minutos aviso su ataque más claro. Un potente remate de Dani Alves reventó el travesaño del arquero Sergio Romero.


El juego era una sintonía de jugadas para Brasil. El “jogo bonito” era nuevamente impuesto por un Ronaldinho, al cual se le veía muy bien en el juego junto a Neymar, el cual lucio su juego en en el Khalifa Stadium de Qatar, lugar donde se llevo a cabo este disputado encuentro.


La albiceleste buscaba llegar al arco carioca, pero les era difícil poder concluir sus jugadas ante la aguerrida defensa verdeamarhela, pero cuando el partido estaba culminando apareció la “Pulga” Messi, para demostrar porque es el mejor jugador del mundo y hacer lo que mejor sabe, su endiablada diagonal dejando atrás a los defensores brasileños y decretar el gol a los 90 minutos de juego.


Alineaciones:


Argentina: S. Romero; J. Zanetti, N. Burdisso, N. Pareja, G. Heinze; E. Banega, J. Mascherano; L. Messi, J. Pastore; A. Di María, G. Higuaín. Técnico: S. Batista


Brasil: Víctor; D. Alves, T. Silva, D. Luiz, A. Santos; Ramires, Elias, Lucas, Ronaldinho; Robinho, Neymar. Técnico: Mano Menezes

En el muelle de Huanchaco

Tradicional muelle turístico y de pescadores de Huanchaco


El muelle es una necesidad colectiva de expresión física, de conexión o interacción de la tierra con el mar, y por lo tanto, el hombre se convirte en el ente activo que potencia y enriquece el equilibrio ecológico, crea nuevos ciclos de vida y nuevas relaciones entre los elementos que conforman el ambiente natural. 

En el muelle de Huanchaco los atardeceres son de luces y colores, los matices tonales nos transportan a un mundo mágico casi irreal, provocando suspiros y meditaciones; y en las noches de luna llena, el mar platinado brilla por el destello del reventar de las olas, así como su delicioso y cadencioso sonido, nos hacen recorrer imaginariamente todo el horizonte, montados invisiblemente en un caballito de mar.
 
Este muelle huanchaquero propicia una diversidad de ensoñaciones de eternidad, inmensidad, plenitud, paz y amor.